Carmen Reynau Blasco.

La nena del trece, mis ganas de seguir, a la que debo mil y una vidas, la que da mucho por mi, y por la que doy más que todo, la que me enseña a sonreír cuando me cuesta, la que puede convertir mi día más gris en rosa con unas simples palabras de consuelo, con la que he pasado tantos y tantos días de burrera, y con la que he soltado mil y una paridas, que son tres meses, para algunos poco para coger tanto cariño y confianza, pero ella me ha demostrado que puede ser, de hecho lo es. Que esto es para siempre y no me lo pueden discutir.